lunes, 22 de agosto de 2011

[Columna] Finales de Mayo


 Continuación de la columna anterior. Espero que sea de su agrado, desde ya muchas gracias por leer y aún más por comentar. Nos leemos (=

A finales de Febrero, caminando por parque forestal, una silueta extraña se acerca a paso lento. Una sonrisa. Respondo en forma automática y de paso una pregunta: ¿Quieres que te lea el tarot?... “De Mayo no pasas soltero”… Recuerdo esa frase y en este momento, tiene más sentido que nunca.
Ante mi sorpresa y nula respuesta, me vuelve a preguntar: “¿Tienes Facebook o msn o correo?”. Reacciono, doy un sí y en religiosa ceremonia me pasa su celular para que anote los datos necesarios. Mierda, los nervios me mezclaron las teclas y en un intento por no parecer tan aweonao saqué lápiz y papel, y escribí lo pedido con letra lo más legible posible (debo aclarar que mi gramática apesta).
“¿Es para ti?”. Pregunté tarde y casi ya sin ningún sentido. Le pasé el papel. “No, no, es para otra persona que te quiere conocer”. Y justo en ese momento se me cae el mundo. Yo, el fiel servidor de la vaguería, el que no da un paso sin antes pensar, estaba dando mis “datos personales” a un desconocido para otro doblemente desconocido. ¿En qué pensamos cuando actuamos de esa forma?, ¿Será morbo?, ¿Un desafío personal? O ¿acaso llegamos a un punto en nuestras jóvenes vidas que simplemente ante la sensación de soledad, arriesgamos todo para evitarla? Cerré los ojos y pedí a mi dulce y cruel destino que no fuera “tan” mala la situación y sus futuras consecuencias.
Y al parecer, esta vez como siempre, la vida nos tiene una sorpresa…
Vuelvo a mi casa, una ducha rápida y me siento a esperar frente a mi fiel y amada pantalla a ver qué sucedería. Pasa el segundo, unos cuantos minutos, las horas. ¿Llegó a destino el papel?, ¿Lo habrá perdido? Sin darme cuenta se pasa el día. Nada nuevo. El siguiente, y el siguiente y el siguiente.
Cuando vuelvo a la rutina de mis días, y por simple monotonía abro internet y lo de siempre: Correos electrónicos, algunos videos en línea y por último Facebook. Petición de amistad. Dolor estomacal. De verdad que no fue mala mi impulsividad. Aceptar invitación.
“-Hola…”
De eso ya 3 meses y una relación que cambio todo y me cambio todo: mi estilo de vida, mi familia, mis amigos y a mí. No, no es que lleguemos a un punto en que la desesperanza nos agobia hasta exponernos al riesgo máximo. Es simplemente que confiamos, después de un largo y triste proceso, volvemos a confiar en nosotros mismos y en los demás; y creo que esta vez, la gitana y su cuota de confianza (o suerte) me cambiaron la vida.

lunes, 15 de agosto de 2011

[Poema] Sol

Una nueva luz, un nuevo proceso; algo que nos complementa en esta gran ruta llamada vida:


En tu sombra
Niño de ojos profundos
Donde aguardo
Las inquietudes
                        De las estrellas
Cuidando
Cada destello, cada luz
O segmento
De vida en un recuerdo
Volátil
Seguro lejano
Y en tu cara
Sonrisas guardadas
Bajo la lengua corrompida
De nuestra especie

Te veo en formas
Hermosas llenas de dolor
Se nos acaban las palabras
Música final para nosotros
Entonces
Te despiertas
                        Y todo estará bien
Mi alma vuelve contigo
                                               Y los demás
En tu calor finito
De amor contable
De sueño idealizado
De poder decir: ¿Sabes?, también te amo.


Klaus.

[Columna] Inicio de Mayo

Desde siempre me a llamado la atención el mundo de las columnas, considero interesante ese espacio íntimo y la vez tan público de poder decir tantas cosas en algunas lineas. Es así, que este es mi primer trabajo, ojala sea de su agrado. Gracias por leer y comentar ^^ :


Comienza el mes de Mayo en el año 2011, mientras que  en los noticiarios del país, dicen que será un año lluvioso, un invierno tal vez un poco fuera de lo común de lo que estamos acostumbrados. Sonrío. Pienso en las posibilidades de un cambio, que cada gota de esta nueva lluvia, puede significar una renovación, una nueva forma de ver las cosas y a mí mismo: tal como uso el mar para limpiar mis errores, cada una de estas gotas se lleva conmigo un trago amargo, un largo y profundo suspiro.
Tantos años solo (claro, sin contar amigos, mejores amigos y familia), 20 años, para ser exactos no pasan en vano y en algún momento te pasan la cuenta: es que las relaciones de motel, esas express de un carrete loco para saciar el hambre ya no sirven de mucho para suavizar la pena; pero la necesidad tiene cara de hereje dicen y sin menos precios ni admiraciones, soy simplemente un humano más, del montón. Mientras camino en la rutina del día, voy pensando en mis posibilidades y ante la crueldad de la soledad, prefiero convencerme a mí mismo de que mañana será mejor: Como dice mi canción preferida “Lo mejor que dios pudo habernos dado, es un nuevo día”.
Viernes, y las cosas no cambian de mucho: salvo un carrete, sí, de esos casuales sin miedo ni ganas, de aquellos que se va con la esperanza viciosa del pensar en evitarse la paja intelectual de auto flagelarse en la pieza escuchando música y es mejor a tener que estar escuchando las molestas voces de la casa [porque seamos sinceros, llegamos a un punto en el cual hasta nuestra propia voz es molesta y digna de exterminio]. Miento, como siempre desde que tengo uso de razón para conseguir salir; y como siempre lo de siempre, nos reunimos, la “vaca”, se debate la compra del alcohol (tequila para esta noche) y nos vamos a destino. Me embriago, para variar, fumo mis cigarrillos y nadie [como siempre] logra captar mi atención; salvo un compañero, de quien siempre eh tenido sospechas, pero ese es otro cuento. Entra la noche y de paso me arrastra con ella, pido un espacio para abultarme y descansar. De eso recuerdo unas cuantas risas, movimientos bruscos y despertando en la mañana. Algo nuevo y fresco me despierta, se me viene a la mente que se realizará un acto en contra de la homofobia y mi curiosidad una vez más puede más que yo. Me visto, doy las gracias y salgo a rumbo; en el camino encuentro un restaurant antiguo y bien escondido, pido algo, lo que sea para el hambre. Después de eso llego al punto de encuentro unos amigos me saludan y sin mayor esfuerzo, comienzo a participar de esta linda iniciativa.
Para mi sorpresa, el pronóstico del noticiario no se equivocaba, es un año lluvioso y con ello mi destino cambia y se limpia al son de la música [y las gotas]: sin predeterminarlo, sin siquiera saberlo o siquiera sospecharlo, alguien me toma por sorpresa, desde atrás con unas nuevas palabras: “Tienes Facebook? “.

martes, 2 de agosto de 2011

[Poema] Solo fuimos por un mate

Pareciera que nos hubieramos ido, que solo estabamos para los premios. Habemos algunos que no, estamos presentes ahora, y siempre.

Cuidado, hemos vuelto

La rabia de mi gente
Es el verso que nos guarda
Sus calles
Acallando la verdad
De nuestro pueblo
Y la tarea se vuelve obligación
Levantar el puño, gritar que No
Avanzar en el    vicio
                                Vacío
De las mesas de trabajo
Hay que reírse
Decía mi abuelo
                Peón de fundo
                Maestro albañil
                Aplastado con su crecimiento nacional
                Esperando en casa
                               La llegada del desarrollo

Es tiempo de bajar         [del olimpo literario]
                                               Las palabras guardadas
En estanterías cerradas con llaves           [de oro]
El llamado es general:

-          Poetas a la calle       -
Ahora
                Como antes, como siempre
Desde hoy
                Hacia las poblaciones
                En las tomas
                Caminando en las marchas
Acentuando, promoviendo,  asustando
Usando el           arte:

                           
Astilla perpetua
                               En la herida de nuestra sociedad
                                                                              Moderna




Reclamar, insultar
Porque Chile llora
Ríos de sangre  [secos]
Por sus estudiantes, enfermos, medio ambiente y trabajadores
                Retorciéndose en sí mismo
                Clamando parir
                Una nueva constitución.                                                                                           


Klaus.